Una expresión común entre los cristianos, basada en 2 Tesalonicenses 3:2, es: “No es de todos la fe” .
Esta aseveración común intenta explicar que sólo «algunos» creyentes tienen don de fe para contagiar y ayudar a otros a recibir los beneficios sobrenaturales de Dios.
¿Puede ser que la fe sea patrimonio solo de algunos?
Para encontrar respuestas sobre temas del Espíritu, ningún lugar mejor que la Biblia.
Romanos 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
La versión King James traduce así: “…according as God hath dealt to every man the measure of faith”/ “De acuerdo a como Dios repartió la medida de fe a cada hombre”.
La declaración bíblica afirma que a cada uno le fue repartida “la medida de la fe”. Cada cristiano tiene en sí a Jesús viviendo dentro. La fe de Jesucristo habita en nuestro ser. Pero ésta, para hacerse efectiva y manifestar los resultados en el mundo natural, debe ser estimulada.
Romanos 10:17 Porque la fe es por el oír; y el oír es por la Palabra de Dios
No podemos pedir a Dios por más fe, Dios ya nos dio la medida de fe.
La fe para la sanidad se estimula oyendo lo que la Palabra de Dios dice acerca de la sanidad.
La fe para la provisión divina, se estimula oyendo lo que la Palabra de Dios dice acerca de la provisión.
La fe para la protección divina se estimula oyendo lo que la Palabra de Dios dice sobre la protección divina.
Esto no se trata de positivismo o de optimismo humano, sino de creer con el corazón las Palabras de Dios. Nosotros comúnmente no podemos ver en el mundo espiritual, es la Palabra de Dios la que nos describe cómo funcionan las cosas espirituales, por eso únicamente tendremos buenos resultados si hacemos las cosas tal como están escritas.
Pero volviendo al tema; teniendo en cuenta que la fe es fundamental para manifestar en el mundo de los sentidos las verdades espriituales, sería difícil que la fe fuera» exclusiva» para algunos, pues entonces las Escrituras, no podrían ser activadas por todos los creyentes, sino exclusivamente por aquellos que han sido beneficiados por el supuesto don de fe; por ejemplo, según el encabezado de la epístola de Pedro, esta carta sólo estaría dirigido un grupo selecto de gente con fe; veamos el encabezado:
2 Pedro 1:1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra:
Pero gracias a Dios, que las hipótesis anteriores sólo son desprendimientos de «tradiciones cristianas»; pues es por «Su justicia» que somos perdonados y hemos recibido «la medida de fe» ¿quiénes? TODOS los creyentes, no algunos. TODOS estamos completos en Él, a nadie le falta nada:
Colosenses 2:9-10 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Es una obviedad pero dado a lo arraigado de la tradición, vale la pena decir que si alguno recibiera a un Cristo sin fe en su corazón, ciertamente no recibió a Cristo.
Toda la plenitud de la deidad está en Cristo y nosotros estamos completos en Cristo. Esa es la verdad
Una de las razones por las cuales muchos piensan que la fe es un “don” que sólo tienen algunos, podría ser el fruto de una interpretación de 1 Corintios 12:7-12
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.
Pero es interesante que no existe en la Biblia algo así como un “don de fe” dado a algunos hermanos especiales; sino que 1 Corintios 12:7-12 nos habla de la fe como una de las nueve manifestaciones del Espíritu La fe es algo que viene impresa en el Espíritu Santo; también se la nombra como fruto del Espíritu en Galatas 5:22.
Evidentemente todos fluimos más y mejor en algunas manifestaciones del Espíritu que en otras porque hemos sido diseñados con ciertas tendencias. Además el trabajo de cuerpo dentro de la iglesia, nos demanda un orden en las funciones que desempeñamos, no tiene sentido que todos hagan lo mismo, pues se necesita la operación del Espíritu en su totalidad para el desarrollo sano de la obra de Dios; por tanto en la iglesia las funciones se reparten. Esto no quita que exista la capacidad de fluir en todas las manifestaciones del Espíritu pues están siempre latentes en cada cristiano y saldrán a relucir cuando se presente la necesidad, porque estamos completos espiritualmente en Él y nada nos falta para ser eficaces en la obra de Cristo.
Para explicar esto, tomemos el ejemplo de las lenguas. Cada vez que un cristiano comprende que está disponible hablar en lenguas y se ministra el bautismo del Espíritu,lo cree y lo recibe. Los únicos que no reciben son los que están bloqueados por malas enseñanzas que dicen que el tiempo de las lenguas terminó. En definitiva, todo el que busca el bautismo puede fluir en la manifestación de lenguas. Es exactamente igual con el resto de las manifestaciones… entre ellas la fe.
¿Y qué pasa entonces con 1 Cor. 12:11 que dice «el Espíritu reparte como él quiere?» Precisamente creo que tiene que ver con las tendencias naturales, pero también podemos desarrollar las otras posibilidades potenciales ya que también está escrito:
1 Corintios 12:31 Procurad, pues, los dones mejores.
y también:
1 Co 14:1 Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.
O sea que hay un orden para operar en el Espíritu en la iglesia, y hay tendencias que nos inclinan más a algunas que a otros dones y manifestaciones, pero también se pueden buscar desarrollar otros dones y manifestaciones espirituales potenciales; por eso la fe no es privativa de «algunos» sino que los hay más débiles y los hay más fuertes en la fe dependiendo del grado de interés que se haya puesto en desarrollar la medida de fe.
Después de entender que a todos se nos ha dado “la medida de fe” y que estamos espiritualmente completos en Él… ¿podrá ser que 2 Tesalonicenses 3:2 diga que “no es de todos los cristianos la fe»? ¿acaso no estaría incompleto un creyente al que le faltara la fe?… y sabiendo que nadie puede agradar a Dios sin fe ¿podría Dios excluirle la capacidad de la fe del Espíritu Santo a algunos cuando renacen sabiendo que el tal hermano jamás podrá serle agradable? Es imposible. Dios no hace acepción de personas, y todo lo que se ha logrado en la redención, todo lo que Cristo significa, es LO MISMO para todos. Además un cristiano un cristiano al que no le fuera dada NADA de fe, no es cristiano, pues no podría acceder jamás a ninguna verdad espiritual.
Es hora ya de dejar de responsabilizar a Dios por todo aquello que DECIMOS que NO PODEMOS hacer, pero en realidad NO QUEREMOS hacer.
Para comprender bien a qué se refería Pablo cuando dijo “no es de todos la fe” veamos el versículo “completo” y en “su contexto”:
2 Tesalonicenses 3:1,2 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe.
Pablo está pidiendo que oren para que el evangelio corra y puedan ser LIBRADOS DE HOMBRES PERVERSOS Y MALOS que obstaculizan el Evangelio. Obviamente se refiere a quienes NO SON de Cristo, por lo tanto LA FE NO ES de los hombres PERVERSOS Y MALOS. La medida de fe está siempre presente (aunque veces flaca y flácida por falta de alimento y ejercicio), en cada hermano que ha renacido del Espíritu de Dios.
A veces es gracioso el soberanismo ya que generan fóbicos a la frase «te faltó fe»… pero se gozan en enseñar que «no es de todos la fe». Ups! entonces ¿tienen fe o no tienen? ¡Qué contradicción sorprendente!
Esta, como tantas otras tradiciones, procuran des-responsabilizarte de tus flaquezas y fallas; esto es cómodo, pero cuando uno no se hace cargo de lo que le corresponde, es señal de inmadurez. ¿te gustaría crecer en el Espíritu y conocimiento de Dios? entonces arroja la tradición de que «no es de todos la fe» a la basura y desarrolla la medida de fe que te ha sido concedida como parte de la redención escuchando la Palabra de Dios en todo lo que se refiere a tus posibilidades y derechos como hijo de Dios.
Bendiciones!
Excelente publicación.